jueves, 10 de junio de 2010


Tenía pensamientos recurrentes que me corrían del lugar de tranquilidad y seguridad al que quería llegar: navidad, año nuevo, fines de semana largos, vacaciones y cada minuto, cada hora, cada día... ¿Todo estaba armado para estar en pareja?
Ahora, unos años más tarde, me sentía mejor preparada para responder a esa pregunta.
No. Es una elección. Son momentos. Etapas. Todas están buenas.
Y saberlo me quitó el miedo y me hizo sentir mucho más libre, con menos peso. Dejé de mirar a los demás y dejé que me miren y juzguen, total, cada uno hace lo que puede. La estaba pasando bien. Me había empezado a divertir. Y ya.
La soledad de a dos duele más. Renegar de la soledad es contraproducente. La mirada de los demás es de los demás. Y perderle miedo a la soledad te hace más libre. Me sentía libre

Gisella Marziotta.

No hay comentarios: